Ciertamente la tristeza de las personas a las que quiero de verdad, a mis Hermanos y Hermanas, nubla por completo mi felicidad.
Por eso cuando me arrancaste directamente del alma una sonrisa, en ese momento, yo sonreí. Pero poco después decidi que mejor guardarla de nuevo en su oscuro reducto de magia oculta, para que desperdiciarla y generar envidias egoístas cuando eso no es lo que busco para nada.
Me resulta ciertamente gracioso vernos tropezar a todos en las mismas piedras una y otra vez, y me imagino un bucle sin fin con música programada en 8 bits en el que un personaje sonriente muerde el polvo cíclicamente enganchándose siempre en el mismo problema.
Gracioso, y repulsivo, y cruel.
Pero ciertamente somos seres humanos, y en consecuencia, no sabemos usar el cerebor correctamente. Olvidamos con facilidad, y confiamos con alegría, despreocupadamente. Y confiamos. Y confiamos. Y confiamos…
Tengo miedo a aplicarme el cuento, porque se, que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y porque sé, que los borrachos nunca mienten. Y porque lo he vivido, y Ellos, y no ha sido fácil. En absoluto.
No me quedo más tranquilo, la verdad, por mucho que escriba aqui. Cambiar no es siempre algo que elegimos. Elegir no es algo que podamos hacer siempre. No siempre podemos hacer algo por Esto.
Pero noche tras noche, me iré a dormir conmigo mismo otra vez más. Puede que si me pueda ayudar un poco.