_THREE

Pues mira, lo había olvidado por completo.

Hoy NoSonHoras… cumple 3 años.

Un saludo a la gente anónima que alguna vez ha tenido la suerte o desgracia de acabar aquí.

Y un abrazo a los que creáis que os lo merecéis.

Como curiosidad, stats:

Visitas totales: 20.752

Día más activo: 25 de enero de 2009, con 146 visitas

Mes más activo: Septiembre de 2008

Posts: 271, este incluído. El último post anterior a este ha sido _junk, escrito hace escasos minutos. El primero, fué _Por algo se empieza.

Comentarios: 450. El último (que no sea mío) ha sido de elpioletdetrotsky, hace 11 horas. El primero fué de katuakupa, el 23 de enero de 2007.

Categorías: 16

Comentarios de spam (no publicados): 3243

Términos de búsqueda más utilizados (top 10):

nosonhoras 540
no son horas 276
no son horas… theuc 75
vigorizantes 37
no son horas… wordpress 32
alta impedancia 31
no son horas wordpress 29
theuc 18
no son hores 15
nosonhoras wordpress 14

Clicks hechos en los enlaces del blogroll (top 10):

cafedecapitado.wordpress.com 289
elpioletdetrotsky.wordpress.com 285
xalernita.com/martyr 264
perogrullo.wordpress.com 211
paraisosdesiertos.wordpress.com 192
nubesdeneon.wordpress.com 158
ataraxigrado.wordpress.com 137
elster.wordpress.com 116
estertores.net 83
theuc.wordpress.com 60

Entradas más visitadas (top 15, sin contar las páginas, que están incluídas):

Home page 14.464
Diario 377
_tópicos 209
TheUC 128
_La mujer del vestido Rojo! 118
_El miedo de la duda 116
_my two hundred 112
Estertores 97
_marketing 82
_huele 81
_Balance de Daños número 1 81
_Pequeños infiernos 81
_Cadaver 78
_Intenso 77
_kopf 75
CC 75
_Expectativas y otras cosas que se derri 72
_sentidos 68
_A.D.U.A. 65
_Señorita Inés Cedofeita? Presente. 62

Origen de las visitas (top 10. Sólo blogs, ni otras páginas personales ni buscadores, ni páginas de WP):

perogrullo.wordpress.com 998
paraisosdesiertos.wordpress.com 212
elpioletdetrotsky.wordpress.com 211
nubesdeneon.wordpress.com 147
xalernita.com/martyr 144
subesferas.com/enlaces 89
theswedishexperience.wordpress.com 71
theuc.wordpress.com 59
lalucidezduele.blogspot.com 51
bluesherpa74.blogspot.com 42

En fin, gracias a todos.

Aquí seguiremos, por el momento.

_Hielo

Uno está un tiempo sin escribir ni nada de eso, pero en realidad no se da cuenta de lo que hace. Luego ve algo que no está bien y entra al blog para corregirlo, y dice, joder. A ver si voy a estar de buen humor y todo, que hace 2 semanas que no encadeno más de 10 palabras seguidas.

A ver si vas a estar contento y ni te has dado cuenta. 

A ver si te vas a estar resistiendo a ser feliz porque eres gilipollas. Lo que me recuerda, que detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer que aguanta sus gilipolleces. Esto no se suele decir, porque queda algo feo decir algo tan bonito y después algo tan cierto. Es mejor mentir un poquito y asentir con la cabeza con aprobación nublada por Möet. O Don Simón, depende del día y eso. 

Ahora que digo cosas bonitas y cosas ciertas, pasas una bella tarde y ahí tienes tu certeza en la cara según sales, haciendo como que pasaba por ahí de vuelta de la panadería. Pero no.

Sobre todo me pasa y sobre todo me jode, que hasta que ciertas personas no lanzan una pequeña pista al aire, no soy capaz del todo de ver el cuadro completo. Luego ya sí, y de qué manera, pero antes no. Nada, ni una vaga idea. Lo cual es una putada, porque cuando alguien te dice tal cosa, es como una patada en los cojones con carrerilla. En el momento mismo no duele, pero en 30 segundos o así, eres mierda. Pues esto igual. 

En un absurdo test para ver si tienes algún trastorno mental, he dado positivo en casi todo. Hay que joderse, pero es que yo soy incapaz de mentirle a un test de esos, porque no va a ningún lado. Mentir a la gente sí que va a muchos sitios. Algunos de esos sitios te hunden para siempre. La mayoría no. La mayoría solo hace que te sientas estúpido y dependiente de todo y todos. Menuda gilipollez.

Y como digo, basta para mostrar algo brevemente para despertar la vocación oculta hacia lo mostrado. Ya sea un trastorno mental, o una copa de ron. 

Recuerdo hace unas semanas, cuando, la verdad, aunque todo era más o menos estable, también era patológico. No son grandes cosas, ni nada de eso, pero jode mirar alrededor y ver que, o bien lo que has construido está siendo derribado por otros, o bien lo que has decidido no construir te toca los cojones un poquito brotando con verdes tallos rojizos. 

Da igual, de verdad.

Ahora es tarde para todos los propósitos que tenía, o sea que habrá que hacer algo que se me da más o menos bien: improvisar. Cansa más, jode más, y a veces hasta te da bofetadas, pero hace que te corras con tanta fuerza que te duela la nuca, como una puta ballena en la ingravidez de un océano que a la vez la acoge y la atrapa. Vaya. 

Así que ahí estamos, perdiendo el tiempo a veces, ganándolo otras, y disfrutándolo o intentándolo al menos la mayoría. 

Pero, qué chorrada, ¿eh? A ver si vas a estar contento y ni lo sabes. Hay que ser cretino.

Gilipollas.

_Cycle

Matarte es lo más cercano que debe sentir una madre que mata a su hijo enfermo de cáncer.

Notas como mejora un poco tu conciencia, por así decirlo.

Pero sigue siendo tu hijo.

Matarte es como predicar con calor a los sedientos.

Como robarle a un pobre, pero a la vez como violar a una puta. 

Matarte es matarme, al menos por un tiempo, pero en parte para siempre. 

Matarte es darle al botón de reset de esta parte de mi vida, y es una putada de las grandes. 

También es como matar al que lo pide. 

No deja de ser un delito, pero pensándolo bien, se huele la justicia también. 

Menuda putada es matarte.

Y menudo alivio.

_Stockholm C (Sverige 1 de 3)

En los albores de un más que seguro fin del mundo tal y como lo conocemos, los locos que cantan ópera por la calle y amenazan con bolsas de supermercado a los viandantes, son los únicos que están preparados. 

Realmente no sé para qué, pero lo cierto es que nadie alrededor parece ver el mundo a su manera. Así que por eso, deposito en ellos mi confianza. Tienen información autoproducida. Es técnicamente imposible demostrar que esa información sea falsa. 

En fin. 

Riamos, mientras ella deja a las sopranos de mayor caché a la altura de la mierda.

Avanza el frío y se detiene el tiempo también, aunque solo a veces, cuando uno anda por Estocolmo. Con la cara tan fría que los músculos de la misma se bloquean al final de su recorrido. Muecas absurdas de turistas no menos absurdos.

Hay gente que no cae en la cuenta de la libertad adicional de la que se es poseedor al estar completamente solo, en una ciudad extranjera, helándose de frío. No conoces a nadie en esa ciudad. No conoces a nadie. Nadie te conoce.

A ratos, cuando no hay edificios increíbles que fotografiar, intento recordar para siempre las caras de mujeres con las que me casaría en ese mismo momento, o de imponentes hombres que caminan con porte elegante hacia o desde sus virginales lugares de trabajo escandinavos. 

Desisto.

Una vez en un aeropuerto, alguien bastante más sabia que yo me dijo el verdadero secreto de viajar: Disfruta como si fuera el último, imagina que es tan solo el primero. Que la deidad a la que rinda culto la tenga en su eterna gloria.

Sigo andando por Gamla Stan. Cada recodo esconde una sorpresa, cada cantón merece un lugar en tu memoria. Cada Guarda Real del Kunglinga Slottet merece un monumento a la resistencia humana por estar durante horas aguantando rachas de viento que arrastran temperaturas bajo cero, y fotos de turistas de todos los rincones del mundo.

Por algún motivo atraigo las miradas de las jóvenes ’emo’ que arrasan con todo en los innumerables ‘H&M’. Deben de haberme confundido con otra persona. O no.

Drottninggatan parece no acabarse nunca ante mis ojos. Puedes comprar 30 libros de segunda mano o cortarte el pelo. Ambas cosas por el mismo precio. 

Es decir, unos 30 euros. Si eres mujer puedes pedir un crédito, supongo.

Vill du gå ut?

No he usado esta frase. Bueno, casi, pero al final entraron en razón y nos pagaron la cerveza derramada.

Hay cosas que no cambian aunque te vayas al puto olvido. Es una especie de idioma universal.

Hasta hace una semana, en Norra Bamtorget estaba prohibido beber alcohol. Jag tycker an at prata meg dig.

Otra cosa es que no me quieras contestar.

 

(Este texto es el primero de tres, que en conjunto, son el producto de una semana de inspiración sueca. Y de otras cosas)

_Intenso

Anonadado contempla con esmero las goteras de su mente. Sobre el asfalto. Una mancha de aceite de cerebro se extiende a izquierda y derecha, delante, detrás. Y hacia abajo, penetrando lentamente en el negro suelo, violando cada poro, haciendo que cueste horrores quitarlo de allí. Calando hondo.

Cada “plic, plic” que se oye es otro aviso más de que algo no funciona correctamente. Empieza a plantearse cosas. Empieza a plantearse a sí mismo incluso, y a su propias goteras, y a su aceite. A ese que pierde lentamente, tumbado en el caliente asfalto. 

Está bien el verano por la tarde. Cuando te tumbas en una carretera por la que pasan 4 coches al día, y disfrutas del calor remanente mientras la atmósfera alcanza la temperatura idónea para poder estar en la calle bailando sin el engorro de sudar. Además, aprovechando que en última instancia el sol golpea tan solo de refilón, aún puedes disfrutar de las nubes enredándose mientras escapan de la Nada.

Todo esto lo piensa en segundo plano. 

“Plic, plic”

Se le escapa una pequeña lagrimilla porque no quiere volver a su pútrido hogar. Maldita sea, no quiere pero lo está deseando. Cada tubo de escape. Cada puto cigarro a las 8 de la mañana. Toda esa mierda al fin y al cabo es lo que alimenta su maltrecha cabecita de desequilibrado.

25 grados en el ambiente, 35 en la carretera. El Spa del Asfalto. Si te acercas lo bastante aún puedes saborear ese profundo olor a alquitrán y brea, acentuado por el constante sol de agosto. Mmmmh… intenta hacer que llueva apretando mucho los ojos, porque esta situación es mejorable: el olor a lluvia fresca sobre una carretera caliente. Dios santo, y un cigarro, para cuando se haya corrido. 

Como parece que no funciona, alcanza con la mano una espiga de trigo olvidada en el camino y se la mete a la boca, como esos granjeros americanos de las películas. Masca, meneando exageradamente el bigote. Le jode no poder hacer que llueva, total, ¿qué más da? Hijos de puta. 

“… chof chof”

Aunque la calzada está perfectamente seca, oye con nitidez como su pelo nada en el Aceite de Cerebro. No le da demasiada importancia, lleva así meses. Tanta sorpresa, tanta sorpresa… No lo pudo aguantar. Ahora ya no le sorprende nada, muestra indiferencia por defecto. No necesariamente mala, no necesariamente buena. Simplemente hace tiempo que nadie consigue turbarle con gilipolleces. 

Porque ya tuvo bastante. 

La incertidumbre agotó sus ganas de amar. La falta de respeto acabó con su soledad. 

Ahora , no es que sólo se tenga a él. Es que por fin se tiene a él.

“Ya era hora, joder”-Pensó cuando por fin el vaso, lejos de desbordarse, reventó en mil pedazos por la presión. Dicho eso, abrió un paquete de tabaco, cogió uno, y tiró a tomar por culo los otros 19, y el propio paquete, y la práctica totalidad de sus desavenencias con sus semejantes. 

Aún así, es consciente de que hay cosas que aún le sorprenden. No ve la lógica, por más que lo intenta, a ciertas posturas. Es incapaz. 

“Te juro por lo que más quieras que yo lo intento. Me siento, lo escribo. Hago un esquema, y lo repaso bien. Voy por partes. Pero nada. Soy incapaz de entenderlo”

No era capaz. No era capaz de entender porqué la gente lo quiere Todo. Y sobre todo, no veía solución al problema de porqué cuando se tiene Casi Todo, muchas personas se daban la vuelta y le prendían fuego. Después, giraban de nuevo y se sorprendían, e irritaban, porque su Casi Todo estaba en llamas, o calcinado. 

¿Cuantas veces había visto arder sus piernas, sus brazos, su Cerebro repleto de Aceite de Cerebro…? Aún sabiendo que el era una ínfima parte de ese Casi Todo, era solo un conjunto de piernas, brazos, tronco, cara, que solía sonreír, y abrazar, ¡E incluso preocuparse y pensar! Pero ya no importaba en absoluto. 

Mi caliente, caliente carretera de Agosto… Estiro una mano, toco las revoltosas espigas de trigo que se yerguen a ambos lados del camino. Si estiro los pies, apunto a las montañas no tan lejanas, a las que tantas veces he visitado y he susurrado. Si estiro mi vista, veo como lentamente cae la noche en el más absoluto silencio… Estiro la vista, tenso los párpados para ver más. Y… plic.

¿Plic? 

Sí. Plic. El ruido de una gota de lluvia al caer en un ojo. Y más “plics”. Por toda la cara, por todo el cuerpo, por todo el camino. Por el cigarro que reservaba para cuando empezara a llover, mientras lo enciende. 

Y por todo su charco de Aceite de Cerebro. Que desaparece ante la perfección imprevista. 

“Creo que… me quedaré aquí tumbado un rato más”.

Plic.

_my two hundred

Ahh…

(respiración, respiración, respiración, quéfríotengo…)

Porqué hacemos lo que hacemos. Cual, es en esencia, el objetivo primero y último de toda acción. De toda mirada. De todo gesto. De toda colonia impregnada con suma delicadeza en el cuerpo de otra persona. 

-Te lo estás pensando mucho. Si no quieres decir el porqué, no lo di…-te interrumpo de forma totalmente merecida. No quieres ser insolente conmigo. Y aún así, no puedes evitarlo. Pero da igual, porque me encanta.

-El porqué es…

Y es que… solemos tener razón. Llámalo karma, llámalo como te salga de los cojones. Llámalo casualidad, o llámalo putada, por no haber llegado medio año antes, o 2 años antes. O simplemente por haber llegado. Justo ahora que pensabas que eras tan capaz, tan capaz… justo ahora una mano te tiende alcohol sin darle importancia. Y ahí empieza todo, así de simple. Ni siquiera has tenido la oportunidad de expresarte en un entorno controlado, ni falta que hace por el momento, y ya estás otra vez en las mismas. 

Claro, piensas. Todo sería mucho más sencillo si no pensaras tanto. Te piensas mucho las cosas. Pones cada uno de tus sentidos y todo tu esfuerzo en intentar abordar la situación con la mayor preparación previa posible, no con la idea de crear algo artificial, (no esta vez) si no de que nada falle. Antes esto… bien, digamos que era una posibilidad, y muchas veces era lo que lo jodía todo. Pero esta vez… esta vez es diferente. 

-…que me gustas, pero… 

Porque esta vez, hay un pero. Lo hay. Está ahí, mirándote con cara de hijo de puta, y no piensa perdonarte ni un error. Si manipulas el Medio, lo va a saber, y te va a joder, y paradójicamente, joderte va a ser la forma de que no te jodas, de que no os jodas, de que no jodas todo de arriba abajo y después le prendas fuego. Si bien no has sido tu siempre el que ha arrojado un mechero encendido al esfuerzo común acumulado…

Por una vez. Por una puta vez, estás barajando algo que no habías siquiera intuído con anterioridad. Pero se hunde, se hunde en tu mierda porque sigues siendo tan inquieto como siempre. Te gusta jugar duro tus cartas, aunque hasta ahora… parece que nadie más jugaba contigo. Sólo te miraban entusiasmados y usaban tu propio entusiasmo para alimentar la mentira. Y nada más, ni mucho menos. Otras veces también te han disparado por la espalda. Y tú también has apuñalado a traición. Pero ahora, ahora estás realmente perdido. 

No es ese tipo de juego al que jugabas. 

-…no sé…

Porque ahora, parece ser que enfrente tienes a alguien que siempre ve tus apuestas. Siempre cuestiona tus faroles. Siempre cree saber en lo que estás pensando, y no te tiene ningún miedo. No tiene porqué mentirte, no tiene porqué hacerte el menor caso. 

Y tú, te has visto desbordado. Por primera vez en… tantos años… Has visto como el problema no era acabar la frase del otro. Si no empezarla. El final de una frase tiene una cantidad de combinaciones finita. Será grande, o no, pero ahí está, dentro de la coherencia y la cohesión. Pero la siguiente frase, es algo totalmente aleatorio, totalmente impredecible. Empiézala. Y espera a que te nieguen, y niega tú. 

-…qué cojones quiero. No lo sé, porque curiosamente, pensaba que sí. Pero de golpe… esto. Tú. Ni más ni menos.  

Qué demonios. Te quedaste como Dios en ese momento, ¿lo recuerdas?. Joder, le echaste huevos. Y alguien a tu lado, demostró desbordar inteligencia y madurez. 

Aunque también pudiste percibir el Miedo. El mismo que tienes tú otra vez. Miedo… no sé si es correcto llamarlo así. En realidad, eres perfectamente capaz de pasar esto por alto. Pero tu puta manía incorregible de aprovechar cada jodida oportunidad que se presenta para no tener que arrepentirte en un futuro, te empuja a poner de tu parte. Y te sientes como un puto enfermo, pugnando a ciegas por algo que ni siquiera sabes si es el fruto de tu imaginación. 

Quizá hasta ahora lo que tú creías oportunidades, era lo que en verdad era fruto de tu exacerbada imaginación, y no al revés. 

No quieres caer en la tentación de joder las cosas de nuevo. Dios Santo. Te sientes atraído hacia el fracaso por una falsa inseguridad. No. No estás inseguro. Estás temeroso. Sí. Miedo. Al final va a ser lo que es. Y no, no eres capaz en absoluto de pasarlo por alto. Bajo ningún concepto, porque vive contigo, duerme contigo, se ducha contigo, respira a la misma velocidad que tú. Ahora está ahí, y puedes verlo. Esperando a que cometas un error para reírse de forma exagerada y minarte. 

-…

No recuerdas su respuesta exacta. Quizá no tenía ninguna trascendencia. O quizá era demasiado perfecta como para que la encajaras bien, y tu cerebro directamente la obvió para ahorrarte el trago. ¿Sería capaz mi cerebro de algo así? Maldito hijo de puta.

Quédate con los detalles. En serio. Quédate con ellos. Da igual lo que signifiquen en realidad. Dales la interpretación que te salga, y llega a conclusiones que pueden no corresponderse con la realidad. Porque en el fondo, da igual. Esos detalles te están aproximando a un desenlace incierto. Hasta el último momento, vas a temblar, vas a liberar adrenalina en grandes cantidades, vas a sonreír yendo sólo en metro, vas a perder tu tiempo miserablemente. Todo por algo que… desconoces aún. Pero no te importa. Y no debería, porque el mejor momento, el más Perfecto, aunque te haya hecho vomitar miles de veces hasta llegar ahí, va a ser el previo a conocer el resultado de tus cábalas.

Respetar, es importante respetar. ¿Qué es respetar?

Me dan un poco de miedo las personas que no se sienten así en estos momentos. Porque no hacen más que calcular. Y se han olvidado de Sentir, y de vibrar. Y desperdician cada atisbo de casualidad que les brinda la única oportunidad que disponen para aprovecharlas, no disfrutándolas. 

Porque creo que es eso. Pura casualidad que esto pase.

Como es casualidad que esta historia tenga reflejo alguno en la realidad.

 

O igual no. Vete a saber.

_22:55

Coges el teléfono. Por fin te has decidido a llamarme. Por fin.

Paladeo el momento con delicadeza. Lentamente.

Biribiribirbiribiri! Biribiribirbiribiri! Biribiribirbiribiri!

Un teléfono me despierta de mi letargo. Joder, joder, joder, ¿eres tú? El pulso se me empieza a acelerar. No lo controlo, cada vez más nervioso. Empiezo a hiperventilar. O paro, o perderé el conocimiento en pocos segundos. Me tapo la boca.

Es el teléfono de casa. No era mi móvil, era el puto teléfono de casa. Maldición.

Putos sueños que continuan en la realidad. Continuan siendo eso, sueños, y nada más.
Y pensadas demasiado extensas.

_kopf

“Vamos a evitar mentirnos esta vez”

Ella cruza las piernas bajo la mesa de su habitación, y remolonea por páginas de poco interés de la red. Se enreda los tirabuzones de su pelo sin lavar mientras la iluminación de su rostro va cambiando a medida que salta de una página a otra.

“¿Lo hará? ¿No lo hará?”

Él se levanta aún borracho y remolonea por zonas de su mente de poco interés. Se frota su revuelto pelo sin lavar mientras la palidez de su rostro recobra una tonalidad menos muerta a medida que bebe agua y se repone de anoche.

“Otra vez he vuelto a soñar con ella.”

Ella coge un sobre, lo abre, y lo deja sobre la mesa. Roba un folio en blanco de la impresora, y comienza a escribir. Todo lo que te quise. Todo lo que te querré. Su estilográfica danza a la par que sus apelotonadas ideas, corriéndose literalmente sobre el lienzo en blanco que poco a poco toma forma de historia inacabada. 

“Vamos a empezar algo nuevo, algo que no nos haga volver a llorar. Vamos a gritarnos que nos odiamos, y después amémonos para siempre”

Él enciende un cigarro con sus últimas fuerzas e intenta ordenar cronológicamente la noche de ayer. Nah, no va a cobrar sentido por mucho que lo ordenes. Vamos a ver. Todo estaba tranquilo. Falta escena. Estoy sentado en la calle sólo y pensando en ella. Se me escapa una lagrimilla de odio que a punto está de congelarse sobre mi mejilla. Pues eso. Vuelta a empezar. Joder. Obviarlo es… consumirme. La sigo queriendo. 

“La memoria es como un perro viejo. Le lanzas un palo, y te trae cualquier cosa.”

Ella mira la carta, con recelo. Tiene que hacerlo. Quizá le cueste soltarlo todo a la cara, pero al fin y al cabo… por los viejos tiempos. Se quita la camiseta y frota la hoja contra su pecho, su abdomen, su cuello, hasta detrás de las orejas. Cierra los ojos. Eh, esta carta es mía. Huele a mí, quiero que huela a mí. Quiero que sepas que la distancia no me va a hacer olvidarte.

“Algún día, volveremos a tumbarnos en un atardecer.”

Él decide hacer algo con su vida. Se da una ducha rápida para quitarse esa borrachera tan tonta que aún perdura. Camisa. Pantalones. Gabardina. Y un pequeño maletín. Camisa. Ropa interior. Camiseta. 350 euros. Glock 9mm. 2 balas. Folio en blanco. Ya está todo.

“No se lo que voy a hacer. Pero seguro que va a manchar. Y no sólo en el aspecto físico.”

Ella se pone encima una sudadera que encuentra por ahí tirada, y unas zapatillas raídas. Coge el sobre, se para en seco, mira a la nada, se da unos golpecitos en el pecho con él mientras piensa en cuando él lo abra, y sale de su piso.

“Vamos.”

Él cierra el maletín, y con el cigarro aún en los labios sale de su piso.

“Vamos.”

___

Al salir al descansillo, se encuentran cara a cara. Él cara de haber dormido poco y mal, barba de dos días, cigarro en la boca. Lleva un maletín y el pelo húmedo. Ella despeinada, ayer lloró, no ha desayunado aún y lleva un sobre. Un escueto “Hola”, y cada uno cierra su piso. Él piensa que no tiene mucho sentido hacerlo ya, ella no está como para pensar en esas cosas. Abren la puerta del ascensor que aún aguardaba ahí tras ser él el último usuario. Un gesto cortés para indicarle a ella que pase delante. Después, pasa él. Se cierra la puerta.

Cada uno en sus cosas, cada uno en sus cosas. Ninguno de los dos volverá a ser el mismo. Ni volverá, de hecho.

Vamos.