_Robado (o cómo volver al origen)

Él escribe, incesante, sus correcciones en el documento. Me imagino que el aviso de mensajes de gtalk, debe estar molestándole aunque sea un poquillo. Eso y los coches de la calle que paran con la música a tope. Y los tiroteos del Chentes, seguidos por los navajazos del Garden, seguidos por la aspiradora del de arriba. Supongo. Vaya.

Es martes, pero eso no importa. Nunca nos ha importado. Los días de la semana sólo requieren una separación, una diferenciación, para aquellos que realmente los perciben como distintos. Nos da igual domingo o sábado, martes o jueves. Cualquier día es bueno para tomarse unas copas, cualquier día es mierda para dejar de lado lo que te gusta, lo que te impide, gracias a Dios, no discernir ese matiz de cada jornada que hace que el resto de individuos sepa dónde está el fin de semana.

Para los que en este momento no sepan bien como proyectarnos en su cabeza, o imaginarnos: “Eh tío, qué raros sois”. Whatever. Me gustan muchas cosas que te gustan a ti, sólo que yo peco de hacerlas cuando me sale de los cojones.

También me gusta hablar en porcentajes de realidad sobre lo que escribo:

malkobeltz: theuc, tío… es que leo tu Estertores y me cago en Dios… pienso: “Joderrrrr, es que es todo verdad”.

Entonces yo me río, doy un sorbo de birra y digo: “sólo el 95%” Habrá gente que no se crea una mierda, habrá gente que lo interprete como si fuera el jodido Corán de la sordidez, yo… yo he puesto Ciclos Iturgaiz de fondo y he perdido el hilo del texto  por completo. Qué complejos nos creemos, qué payasos somos.

Hace un calor increíble. Esto parece un fumadero de crack. Se oyen ruidos en la cocina. Hoy me he enterado que la autista que vive con perogrullo (quien sigue trabajando, incansable) ha superado su dolencia gracias al fútbol. Espero que no hayan tocado nuestra bebida.

theuc: Joder, primera vez en años que hago la maleta sobrio para ir por ahí.

Triamés: Ya… espera al sábado.

theuc: Hjo de puta.

Pero el cabrón tenía razón, por eso Dios los cría y ellos se juntan y se acaban conociendo bastante, bastante bien. En fin, sabe Dios mismo, de nuevo, que mañana apuraré Bilbao y los últimos trámites que me quedan aquí y me iré a Barcelona. Después, Gales.

Y lo último que sabe Dios es si volveré y cómo.

_El juego

Ella se golpea rítmicamente los muslos mientras te mira.

– ¿Jugamos a El Libro? – dice.

– ¿El libro?

– Sí. Es lo que nos queda a los poco agraciados.

Comienza a acercarse y acabáis besándoos en el altillo destinado a almacenar equipo para directos musicales. Al principio la notas torpe, después mejora.

Paráis por un segundo, debes seguir recogiendo tus cosas.

– ¿En serio somos poco agraciados? – dices y se te escapa una risilla.

Ella no contesta, sólo espera a que vuelvas en un rato para besarla.

_Walter H White

Hoy he ido a comprar a una gran superficie. Por algún motivo, tras unos años, vuelvo a llevar siempre una gorra negra. Sobre todo cuando conduzco.

He aparcado, me he calado la gorra lo más que he podido, hasta poder ver lo justo para no caerme sin levantar la cabeza. He esquivado gente hasta la entrada, y he comenzado a sentir náuseas.

Mientras avanzaba hacia la sección de líquidos inflamables me he sentido como el jodido Walter White de Breaking Bad.

Ha sido fantástico. En menos de 3 minutos ya estaba otra vez en el coche.

Depósito lleno. Vamos.

_Ni siquiera es un Bed Tale

Hoy he soñado que se me pudrían los dientes y se caían. Pensaba en ponerme fundas antes de irme fuera definitivamente.

Después llegaba a casa, que no era la mía pero mis padres estaban en ella, y según entraba a mi cuarto me ponía a llorar sobre la cama.

Hablo y negocio convertir mi vida en una prolongación de la misma más intensa y complicada, pero no diferente.

Y eso no es lo que quiero. No.

El último gran fuego. Eso es lo que de verdad anhelo.

_How to

Sé cómo hacer que rias, como mirarnos y Ya Está.

Conozco todo eso, y me gusta. Mucho.

Pero no se si sé besarte. Ni si quiero besarte. Porque no se nada, y cuando hablamos de ello y ves cómo soy, cómo tiro cerillas encendidas a pozos de gasolina tras encenderme un cigarro, creo que no te gusto en absoluto.

Pero supongo que tenemos que estar aquí y ahora.

Porque el momento es lo único que importa a la gente como tú y como yo. Todo lo demás es pose y mentira.

Todo. Menos los besos que no nos vamos a dar.

_Absurdo

He cogido la costumbre de encender el ordenador cuando llego borracho a casa. Veo 4 mierdas en un sitio del que no os puedo hablar mientras como algo y después me voy a dormir.

Pero lo primero suele ser consultar el correo. Cada mañana del día siguiente, veo cómo todos los emails tienen la estrellita de “destacado” activada. No podría ser más inconsciente, apático con el mundo y poco consecuente con mis actos cuando bebo, pero por algún motivo, hasta los mensajes de spam me parecen trascendentes al llegar a casa.

Que alguien me explique esta mierda, por favor.

_trescientos

Recuerdo que el verano pasado, consistió básicamente en yo tirado en la cama todas las tardes con la persiana bajada, la ventana abierta, y Portishead sonando en aleatorio durante horas. Así la gran mayoría de las tardes.

Fué un verano muy triste, si lo piensas bien.

Este también lo va a ser. El problema es que no puedo tirarme en la cama a hundirme.

No sé qué cual de las dos cosas es peor.

_Venga ya

Bilbao, 2 de junio de 2010, 4;46 AM

No sé realmente porqué pongo la fecha y la hora de mis desvaríos. Supongo que cercarlos en el tiempo es más sencillo que obviarlos, sobre todo cuando dices en casa que vas a tomarte un té y llegas a las 4 de la mañana.

He aprendido tarde que todo da igual. Le he dado la importancia inadecuada, he seguido a la gente incorrecta y ahora tengo que salir los sábados casi siempre. No es que sea necesario salir los sábados, pero vamos, ya sabes. O no, que me da igual.

No esperábamos una mierda del martes. Nos ha dado, por ello, todo y más. La felicidad, fruto del esfuerzo de amigos. Nuestro lugar en el contexto. Miles de carcajadas.

Nos reímos de nosotros, de ellos, de todo. Coincidimos en que alguien tiene que empuñar la pistola para que los demás vivan tranquilos.

“A mí me da igual hacerlo”, digo. No sé si lo digo en serio, pero suena de cojones. Suena convincente y de cojones.

Ya veremos mañana, cuando pase todo, cuando acabe todo.

Porque sin duda acaba con la luz del día.