-Y bien.
-Y bien.
-Como supongo que estarás harto de las típicas alusiones a tus obras, pues directamente te diré que lo primero que pensé es que estarías mejor en una habitación acolchada. Al menos así evitariamos los vaticinados suicidios en masa…
-La mente de la mayoría e la gente, es débil. No está en mi mano obligar a nadie a leerme, es una elección que se toma en un momento dado y que se asume. O al menos se debería asumir. De otro modo mejor no leer.
-En efecto, para banalidades de mientras hago mis necesidades, ya tengo los periódicos gratuitos y la programación televisiva.
-Exacto.

Nos encendemos un cigarro. Me da fuego, tras lo cual prende su pitillo. Una calada. Dos. Humedecer los labios. Repetir.

-En realidad, pienso que el disfrute de este libro, requeriría la capacidad de poder leer una página por segundo.
-…
-Creo que expresa fielmente como piensa una mente humana. Aquello de que la memoria es un perro viejo, ¿ recuerdas ?
-Claro.
-Pues en ese momento cerré el libro, y me fuí a dormir, porque seguro que después había cosas interesantes, que las hubo, pero con esa frase tenía bastante. Es decir, me sentí completamente violado como si alguien metiera la mano en mi cerebro y la agitara, y cogiera las ideas más íntimas que se hubieran decantado hacia la superficie de esa masa encefálica informe.
-Entiendo…
-Es más, Ray, prácticamente todo el libro tenía pequeñas perlas inconexas con el resto de él.
-Parece que al fin y al cabo, si que ha habido alguien que se ha leído mi libro.
-Creo que sí.

Apuramos hasta el filtro. Nos aseguramos de que las colillas están completamente apagadas. Yo al menos no soporto dejar cabos sueltos en ningún aspecto.

-Entonces, ¿ que opinión te merece, respecto a lo que has comentado de la memoria ?
-La única palabra que se me ocurrió al acabar el libro fué: Brillante. Brillante.
-Me harás sonrojar.
-Ja ja ja… dudo que disponga usted de esa capacidad, si me permite el que esté contínuamente cambiando mi trato de usted, a tutearle. Le desconcertará un poco.
-En absoluto. Cada frase requiere un grado.
-Desde luego. Como venía diciendo, el hecho de que cada página despliegue un plano completamente nuevo, era algo desconocido hasta el momento para mi. Pero de hecho, concentrando al máximo los datos importantes, quiero decir, puede que un ibro con una riqueza descriptiva increíble, sea maravilloso, una ayuda sin parangón para situarse en el lugar descrito. Pero realmente, si yo me despertara en un hotel rodeado de prostitutas, probablemente daría igual todo, excepto la hora, la cantidad de drogas en sangre, y cuantos cigarros quedan. Es un caso extremo, pero supongo que me captarás.
-Desde luego.
-Cuando hacemos algo, por ejemplo, conducir hacia tijuana, no vamos pensando en el embrague. Probablemente, si estamos disfrutando de nuestra vida, tendremos la cabeza a unos 2000 o 3000 kilómetros, o a 2 metros, pero “lejos” del viaje en sí.
-No sé como sentirme.
-Yo tampoco, a decir verdad.

Nos encendemos un cigarro. Me da fuego, tras lo cual prende su pitillo. Una calada. Dos. Humedecer los labios. Repetir.