_Alfombra roja

Mousse de chocolate y refrescos ultra azucarados y 35 horas seguidas sin comer jugando con el móvil con un libro de economía china delante y gordas arrogantes y tuppers llenos de fruta cortada, cortada y podrida y la amiga callada y mona que desarrolló una sociopatía y o te quitas el velo o por lo menos dejas de pintarte las uñas y tarima flotante en una zona de silencio y gente drograda gritando durmiendo en el suelo para que no quemen su carrera en la pira y despéinate y abre tu Mac Book lentamente para que todas vean cómo haces el ridículo y céntrate en lo que tienes delante de las narices y me respondes que delante de las narices tienes un par de tetas y yo te digo vamos a suspender todo pero nos van a aprobar y yo no tengo eso tan claro pero en realidad me da igual porque sólo quiero recibir buenas noticias por teléfono y que le jodan al resto de cosas y esto es sólo una prueba inservible que tienes que pasar y si no lo haces, se acabó, y si se acaba, has perdido, y si pierdes, otros ganarán. Y te joderá.

_ssssssssssssss

Toco el pomo de mi armario y soy consciente de que estoy absorbiendo curare a través de mis dedos, y que en el pomo de mi armario hay curare, y que el curare paraliza los músculos, y ahí, sin posibilidad de moverme lo más mínimo, Bilbao sale de mi armario, lugar en el que llevaba un tiempo escondido y me traga entero lentamente pese a mi terror estático insoportable.

Se me llena la cabeza de Todo mientras esto pasa, y después, me excreta como si no fuera más que un trozo de mierda, dejándome tirado en el suelo de mi habitación, hecho pedazos de tedio y hastío y “quéascos”.

Me hago cargo de que mi sitio no está aquí, y que no sé dónde está, pero sólo sé una cosa y es que mi sitio está contigo. Nada más.

Así que me recompongo como si fuera un Lego Basics, que tampoco soy para tanto, y espero mientras trago saliva, y trago, y trago… a que llegue el momento de volver. Y habrá que tragar, y tragar, y tragar… pero al menos alguien ha encendido ya una velita al final del Vacío y parece que hay un camino a seguir.

O algo así.

_Holborn

Digo Holborn pero en realidad da igual. Me gusta el nombre de esa estación. Como la de Burnt Oak. Algún día iré.

Lo importante es el sabor a Underground que se me ha quedado en la boca y en la nariz como si me estuviera asimilando ya ese gusano gigantesco e imparable. Cabrón de los cojones.

Una amiga me dijo hace mucho tiempo que Londres es una ciudad que puede ser muy perra o puede darte mucho. A mí Londres o la providencia o la casualidad o el Karma, me han dado mucho.

¿Perra? No lo sabría decir. Quizá sí. Quizá pese a todo lo que me ha dado todo se complique cada segundo, pero nadie esperaba un paseo por el Parque de los Patos. No yo al menos.

En casa todo sigue igual. De hecho, no podría ser más precisa esa afirmación. Todo sigue exactamente igual. Y todos. Tengo como una bola de pelo hecha de cosas que me gustaría decir, pero no acaba de salir en la forma que a mí me gustaría, así que la escupiré entre arcadas en algún momento y ya está.

Sólo diré que del 10 al 13 estoy en Madrid. Después tengo más cosas programadas, si sobrevivo. Pero como no hay nada seguro, pues entonces lo dejo ahí.