Cada error debería ser completamente nuevo, pero nos estancamos en nuestro propio conocimiento del medio.
Quizá sea la esperanza de no equivocarnos esta vez la que nos empuja. Quizá sea nuestra estupidez profunda, y nuestra obcecación por no hacer ni puto caso a los avisos que nos da el contexto de la situación.
Y encima, no nos arrepentimos.
en un rato me leí todo lo que has escrito, y… tenía que decirtelo, que me encanta, porque entro cada dos por tres por si aparece algún texto nuevo U.U’
Hola desconocidx,
Muchas gracias.
Cuídate.
No había leído esta entrada cuándo te he comentado en la parte Nº4. Maravillosa coincidencia. Nuestros nexos finales vomitados por ambos pensamientos son similares.