Y encima, no nos arrepentimos.
Más nos valdría a veces no cuestionar tanto todo. Cada puta cosa que se dice o se hace. Cada gesto. Teñimos nuestra necesidad de apoyo con una falsa independencia y fortaleza. Y encima, crispamos inconscientemente a aquellos a nuestro alrededor.
Por desgracia, y recapitulando, tan cierto es todo esto como todo lo contrario.
Al final reside en cada uno de nosotros la capacidad de cribar los estímulos entrantes y elegir.
“Aprende a ser autosuficiente para saber cuándo necesitar a alguien”…. difícil dependencia.
Joder, ¿estás drogada?
4 comments seguidos 🙂
Supongo que la originalidad de estos 7 posts no es su fuerte, pero bueno, he hilado las cosas más significativas y les he dado un pequeño toque a balance de resultados…
Nada más.