-Mira que hora es, gilipollas. Otra vez te han dado las 3, el puto cenicero lleno de colillas, cervezas en la mesa de la habitación, ropa por el suelo, la cama sin hacer desde hace 10 días… Eres un despojo.

-Calla, anda. Este es mi momento más lúcido. Por el día no soy más que un ser a la expectativa, ávido de nocturnidad y alevosía.

-Fantástico, encima ahora haces rimas baratas.

-Yo no tengo la culpa de estar como una rosa a las tantas, y como una mierda a la hora de comer. Mi metabolismo es así. No tolera la luz solar. La luz, es mala. La gente sale a la calle de día. La gente hace ruido de día. La gente no cierra la puta boca de día, no deja de cagarla, no deja de incordiar con sus molestos sonidos. Nada más que decir, señoria.

-La gente, la gente. Siempre dices: “Hay gente…”. Hay gente como tu también. Pero no lo sabes porque están también en su puta casa, haciendo lo mismo que tu ahora.

-Con alguna que otra persona como yo ya me he encontrado. Pero tu y yo sabemos que el problema son los otros. ¿ No ?

-Efectivamente, los grandes culpables. Los grandes herejes que merecen la muerte más lenta y la humillación más… más…

-La humillación más, eso mismo.

-¿ Ya estamos con tonterías otra vez ? Mira, al final, aquí, lo que va a pasar, es que no vas a saber quien es yo y quien es tú en esta conversación. Y esto va a derivar en una cucharadita del cerebro de Ray Loriga esnifada, directa hacia los inhibidores de la realidad.

-Pues bien. Pues vale. Lo que vengo a decir, es, si me permites, que en parte me quejo de esto. Me gusta dormir, soy dormilón. Lo que me jode es irme a la cama. Tengo demasiado que pensar. Lamentablemente ninguna de estas cosas importantísimas están relacionadas con lo que debería hacer o pensar, pero en fin. No voy a sacrificar mi vida por el deber.

-Hace años que coincidimos en eso.

-Sí.

-Sí. Pero tampoco voy a sacrificar el placer por culpa del deber.

-Ais…

-Eso digo yo.

-Y razón que tienes, puto cabrón. Nunca me joderá más estar de acuerdo contigo que en este caso. Maldito seas.

-Calla, cerebro, y descansa. O al menos intentalo. Si te portas bien ya sabes lo que hay.

-Me cago en la leche. ¿ Has visto eso ?

-Sí. Y me toca los cojones. No soporto a la gente que hace como si no hubiera pasado nada. Creía haber sido lo bastante claro la última vez.

-Es lo que tiene la estupidez… induce a la reiteración del error. Además promueve la memoria llamada de “pez”.

-Eso ya es camisa de once varas.

-Pues entonces nada, a dormir.

Hoy he empezado a estudiar. Una tarde de lo más entretenida. Y la verdad, pensaba estar un rato esta noche. Al menos eso ponia en la taza en la que me he bebido un cafe tripe con leche.

Pero habiendo una fiesta en la playa, pues como que me voy a permitir este último lujo. Aunque sea por salir un rato.

Una de esas sabrosas cervezas tostadas que, tomada a deshoras, te alegra la tarde. Esa maravilla jodida porque tengo la nariz congestionada por una masa mucosa de una densidad fantástica, no hay dios que la mueva de ahí. Tengo tabaco hindú y mareo etílico. Me gusta la terraza de tu casa.

Tengo un blog que uso a modo de arma arrojadiza. Me siento culpable. Giro el flexo y todo cambia. Unos acordes y todo cambia.
Nada, que no hay manera, no puedo respirar bien. Joder. El aire acondicionado debería morir en la horca. Juego con una navaja sobre mi muñeca, y me rio de los gilipollas que se pintan rayas discontínuas sobre la muñeca con una tijerita en un extremo. Sois demasiado artificiales para rajaros por un motivo distinto a llamar la atención.

Abro una maleta y me salta a la cara una botella de ron. Deja de perseguirme ya cojones, hasta el fin de semana dijimos que no. No se qué Miyake. Descongestivo nasal. ¿ Se puede desarrollar dependencia a un descongestivo nasal ? Un plano de metro con estaciones redondeadas. Un mapa del mundo lleno de chinchetas. Una promesa en una ciudad que no es la tuya. EL scroll del portátil tocando los cojones.

Sudores fríos de noche, y calientes de día. Tengo sed y necesito ir al servicio, por favor. Situaciones violentas. Pide que todo acabe envuelto en una bola de fuego. Música atmosférica que se sube por las paredes de mi cráneo, y se refleja como un equalizador analógico en las de mi cuarto. Todo lleno de puta mierda que tendré que recoger tarde o temprano.

Resumir un día es fácil. Lo dificil es aprender de los insignificantes detalles que conforman nuestra experiencia. Tengo sueño y mañana desayunaré café. Doble. El tiempo se me escapa. No puedo tenerte. Ni comprarte. Ni pararte.

Llevo más tiempo que la ostia fuera de combate. Me jode, porque veo que estamos en julio, y que no he percibido una atenuación de la continuidad infecta que supone el curso lectivo, con su carga lectiva, sus reformas lectivas neo-nazis ( puto ECTS ), y toda esa mierda.

Hoy tengo más ganas de lo normal de blasfemar y esas ostias, no se porqué. En parte es porque, llevo tiempo sin escribir, y, me cago en la leche, porque me meto al puto lector de feeds, y veo que todo dios escribe menos yo, y joder, no es que sienta la obligación de escribir, la cosa es que tengo ideas, pero no veo el momento, y claro, es como si desperdiciara mi tiempo.

El otro día ( ayer ) estaba yo despegando del aeropuerto de Barcelona, y joder, vaya mierda de despegue. Y yo voy tranquilo, pero siempre pienso: ¿ que hago si este trasto cae y la jodemos ? Nah, pocas posibilidades de salir con vida… y coño, tengo miedo. Claro que tengo miedo. Porque, vamos a ver… ¿ quien no tiene miedo ? Si no tienes miedo, entonces no tienes nada que perder. Si no tienes nada que perder, ni siquiera tu propia vida, entonces, menuda mierda, menudo fraude, y menuda putada.

Lo que la gente no entiende, es que, a ver, yo voy con ese miedo. Pero el mundo humano, es una puta mierda. Si el avión se cae, pues mierda puta, y no hay dios que se salve. Todos tenemos que morir. Eso y el no poder elegir como más que suicidándonos, son las dos verdades que has de aprender por el momento. Eso y que mezclar bebidas emputece tu pedo y tu resaca.

De todas formas… me jodería más que se cayeran unos determinados aviones en los que no voy yo, pero que para mi tienen casi más importancia que mi propia vida. En fin.

Solo pensar en la ponzoña que me espera el mes que viene, en la desesperación en la que me voy a ver sumido en distintos momentos de estudio, me gena, me llena de asco y de Envidia Putamente Insana.

Supongo que solo se puede ir hacia delante. Y hacia la barra y de vez en cuando al servicio. Eso si, sin hacer trampas. Porque queremos aprender de los errores. Y olvidar bien olvidado, no andar con medias tintas. Dios, que denso.

Pues eso, que me voy a un festival de metal core este fin de semana en algún punto del norte del país.

Si, voy a beber mucho, y a hacer cosas malas. La etapa de negar lo evidente ya pasó. No veo el momento de abrir la primera botella de ron. Y olvidar por unas horas mucha mierda, y maquinar durante horas venganzas inhumanas.

Bien fresquitas. Ja, ja.

Hasta el lunes.

Este post va dedicado a H de Basado en Haches Reales y a Martyr de Martyr for Love. Pondría el link pero estoy borracho y no me apetece, buscadlo en el blog roll.

Nunca había escrito en estas circunstancias, es incomodo porque contínuamente hay que darle a backspace para borrar lo que se te ha colado.

Pues eso, que voy a ver si hago algo, porque dormir ahora mismo no es una opción.

He quedado dentro de 10 minutos en la tasca a la que llevamos llendo a beber desde que decidimos empezar a perder el uso de razón. “Manu, una mesa cuando puedas”

Así de cercano y simple. Y la cazalla empieza a fluir. Hoy precalentamiento para mañana. Aunque es uno e esos dias en los que miras una vez a la mesa para coger el tabaco y la siguiente vez hay 20 botellas verdes vacías. Interesante.

“Necesitas mezclar varias drogas con alcohol. Y antibioticos.”

Déjame sentir como la noche me envuelve y me deshace en un haz de particulas arrastradas por el viento, evitando que dé el paso que estaba a punto de concluir. Deja que me evapore en mis lamentos y que deje de sentir como la noche me envuelve. Para llegar a ser yo la noche. Para estar contigo allí. Para cercar a mis miedos y obligarlos a salir de aquí.

Para empezar desde cero, para por fin concluir que somos nada, y nada no puede hacer todo. Y todo es dificil de hacer. Así que haré lo que sienta en cada instante. Y siento que estás ahí. Así que PMI, o BIO, o MAD, o BCN, me da igual. Me da exactamente igual, porque el significado de esos sitios se extingue o se convierte en algo sublime, depende quien esté allí en cada instante.

No entiendo lo que escribo al momento de escribirlo. Pero se que todo tuvo un sentido amplio y bello en su preciso instante. Por eso me da igual, de alguna forma.