La regla de los 6 grados es una exageración.
Como mucho en 3 se llega a las casualidades más absurdas de la vida.
Hay que andar con pies de plomo. Siempre.
La regla de los 6 grados es una exageración.
Como mucho en 3 se llega a las casualidades más absurdas de la vida.
Hay que andar con pies de plomo. Siempre.
Sí. Y sin embargo, a veces, qué bueno ser tan liviano que apenas roces el suelo.
En las huídas sobre todo.