Me doblega un sueño atroz, y aún estamos a martes, y lo que queda por hacer, me supera.
Me supera por oleadas, y si en un instante no puedo más, al siguiente todo tiene una importancia diferencial y es indiferente.
Escribir no creo que sea lo mejor que puedo hacer ahora, pero demasiado código, y chat de gmail, y cosas de esas que requieren atención tampoco me hace demasiada gracia.