Todo lo que hablabas bla bla, todo, todo agua de borrajas. Y no me gusta ser un indeseable, pero es la maldita realidad.
Y me apuesto lo que sea, a que no sabías qué sentir en ese momento. Y ese mordisco a traición en tu estómago cuando al unísono cruce mi mirada con 8 ojos, y todas as verdades y mentiras que oístes y dijisteis, se concentraron en el concurrente suspiro de aire que emanaban vuestras bocas sedientas de alcohol. De más alcohol.
Porque si en su momento no lo entendiste, entonces, me pregunto, como demonios pretendes hoy hallar la verdad única sobre como soy. Y como me comporto. No veías más allá de la amabilidad que te tendi incondicionalmente antes de qe tu la dejaras morir e inanición en aquel apestoso rincón de tu imaginaria soledad, o de tu victimista baño de multitudes.
Algo que no me sorprende, teniendo en cuenta de donde vienes y qué eres. Me temo que esto esta cobrando un cariz bastante post-mental, cosa que no es de extrañar teniendo en cuenta que llevo desde que pulse la primera tecla escuchando Daugthers a un voluemen considerable, y maldiciendo al portátil por tener un teclado tan silencioso y pequeño.
En definitiva, para ti y para mi también, ese momento en que nos vimos, duró el doble. Y nadie de alrededor lo percibió.