_El momento antes de! (parte 1 de 2)

Ella me analiza fírmemente con la mirada. Necesita saber por donde flaqueo, ya que como no fuma, no puede construir en unos segundos una barrera física. Necesita poder atacarme sin piedad en caso necesario, creando la distracción justa para poder escapar. 

Llevaba un vestido verde. Algo anticuado para mi gusto, quizá. 

Creo que estamos en uno de esos momentos en los que puede que acabes follando, en el que tarde o temprano alguien dice: “¿en qué piensas?” Entonces tienes dos opciones. Decir la verdad, sea cual sea, o decir cualquier banalidad comodín que te permita, más tarde, al preguntarle tú lo mismo a la otra persona, adaptarlo y decir: “Qué casualidad… ¿Crees en la casualidad?”. Y así. Hasta su cama, o hasta donde os dé tiempo.

Y por norma general, se miente. Porque mentir, también es obviar la realidad, y joder, es algo que no podemos evitar. Porque tenemos miedo, miedo al dolor. Algo tan cruel como no tener sentimientos, paradójicamente nos catapultaría a la larga al éxtasis sensorial más intenso, al encontrar exáctamente lo que estábamos buscando… o al ser encontrados. 

Pero no suele pasar. Tendemos a forzar las cosas, y acabamos por mandarlo todo a tomar por culo, por miedo a nuestro cerebro, y al de los demás. 

-¿En qué piensas?

-Estaba pensando en porqué tú y yo no hemos follado todavía.

Breve pausa que por su violencia se hace sentir como de varias horas.

-Creo que… voy a ir un momento al servicio. Disculpa.

Joder, joder, ¿ha salido de mi boca? Apuro el poco ron que me quedaba y pido otra. Qué cobarde, Dios santo. 

Ella vuelve cuando los hielos ya tocan el culo de mi nueva copa. 

-Vamos. 

-¿Perdón?-respondo torpe-.

-Ven conmigo. 

Me levanto, con la copa en la mano, doy un sorbo y dejo lo que queda. Ella apura su ginebra hasta atrás, me da la espalda y comienza a andar entre la gente, tendiendo su mano hacia atrás. Inmediatamente yo la cojo y pego ambas a su cintura. Casi puedo escuchar su respiración entrecortada. Y salimos a la calle. Y llueve como nunca. 

Se da la vuelta y me mira. Ya somos uno.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Otra vez.

_mistaken

No me dejo de sorprender de… las situaciones que provoca la casualidad, o el karma, o como coño quieras. Y además normalmente estos hechos hacen que cambié tu opinión sobre alguien. Esta vez, no es que haya sido para bien, si no para muy bien. Ha sido esperanzador, de hecho.

Quizá hablar más y mirar menos funcione. Y quizá repetir cosas como la de ayer, también.

_casualties doesn’t mean casualidades

Mensajes de móvil clamando al cielo. Llamaradas inmensas bajando de entre las nubes en forma de respuesta, estrellándose contra lugares aleatorios y acabando con todo lo aleatorio que allí podría haber. 

Piensa en frío por una puta vez, tarado. Qué ha pasado. Y qué repercusiones tiene, si no son nulas. En la misma semana ha ardido Troya, la hemos apagado y una vez seca, le hemos prendido fuego de nuevo.

Y al final, llego a la misma puta conclusión, si se mira desde suficientemente arriba, todo es efímero. Y sí, saltadme al cuello una vez más si os da la gana, pero yo no veo que baje la bolsa, ni que se acabe el oxígeno y el agua por estas chorradas. Y realmente darle importancia a un lapso de tiempo tan reducido, es egoísta, e injusto. 

Tengo dos cosas que decir. Y con eso daré por zanjado el tema del que estoy hablando.

La primera es que necesitaba esa última ignición para acabar con aquello. Lo siento si ha dolido, las mentiras para el que las quiera. Yo no.

La segunda es que sería capaz de joderte expresamente si lo considerara necesario o justo, pero nunca, nunca me sentiría mejor por saberte también en desgracia. 

Que os quede muy claro.

_el plan B siempre tiene mejor pinta después de ser ejecutado

Quizá el escribir estas líneas sea el primer paso a mandarlo todo a tomar por culo otra vez, pero siento la necesidad de hacerlo por motivos que desconozco. 

Creo que hacía mucho, mucho tiempo que no me pasaba algo así. Ha sido muy divertido y esperanzador, la verdad. Lo que parecía que iban a ser las horas más largas de los últimos tiempo, finalmente se convirtieron en todo lo contrario: un puto sumidero del tiempo, donde éste combustionaba espontáneamente dando paso al siguiente minuto acto seguido, devorando lo que quedaba de noche. 

Y no, ciertamente, llamémoslo “conectar”, es algo que no suele pasar a menudo. Puedes tirarte el rollo, pero sabes que no vas a tener ganas de nada más después. No es el caso. 

Arghhh mierda mierda mierda. 

Sigamos el curso normal de los acontecimientos. A ver que pasa.

_Meanwhile, back in communist Russia…

Que, aparte de ser el nombre de un grupo que me gusta lo bastante como para dar título a un post cualquiera, me sirve para quedar guay y para informar que no me olvido de Raúl ni 5 minutos.

De todas formas, con este endiablado calor no me apetece en absoluto ni pensar, ni estudiar para la cosa esa del lunes, ni hacer nada que implique el mínimo grado de concentración. Vamos, que soy un vegetal ahogado en sudor, haciendo tiempo hasta la hora en la que beber esté más o menos bien visto.

El asunto es que llevo unos días raros, en los que he decidido que, ya que tengo la oportunidad y la predisposición económico-temporal, voy a intentar viajar lo más posible durante el siguiente año. Si algún degenerado se anima a venir conmigo a donde decida ir, será bienvenido (o no).

Y en otro orden de cosas. Mierda. Por un lado he comprobado que soy capaz de tomar decisiones dormido, lo que nos sitúa, aparte de en un estado de incredulidad, ante la pregunta: ¿Cuántas más veces lo he hecho sin ser consciente? Pero se lo perdono a mi cerebro, por varios motivos. Uno de ellos, es que, meses después, sigue desvelándome detalles que la cognisción que yo “controlo” obvió. Y me doy cuenta de que la gente, tiene serios problemas de personalidad y mentales. Me doy cuenta de que soy de lo más mediocre y normal, eres común e incluso evidente ante el resto, cuando te das cuenta de cosas de estas.

Por supuesto son cosas que en absoluto voy a molestarme en saber si son ciertas, pero… hace encajar todo perfectamente, y muchas veces, lo más simple es lo que es, por lo que no veo por qué no va a ser así. Jodidos tarados, y pensabais que era yo el que tenía un problema. Ja ja. Tiene cojones la cosa.

Si es que… está claro que la ignorancia es felicidad. Pero cuando sabes ya media verdad, es mejor llegar a saber el resto, porque si no vas a ser una especie de Perro del Hortelano alcoholizado para el resto de tu miserable vida.

A medida que crecemos, se crece. Y crecer, como leí hace poco por ahí, es aprender a despedirse. Joder, no podría estar más de acuerdo. Te follaría si me lo dijeras a la cara, seas-quien-seas. Pregúntate porqué ya X no te saluda. Puede que sea porque no quiera, puede que sea (la más probable) que ni siquiera te reconoce. Porqué demonios iba a tener que hacer el esfuerzo por revivir algo que nunca existió.

Es como cuando estas cocido por algún bar, y te cruzas gente de la universidad-colegio-curro, con la que nunca hablas. Me hacen gracia esas situaciones, pero el lunes te voy a ver, y probablemente te ignore. Quizá suene a que estoy hablando mierda, pero en serio, no es necesario ser amigo de todo el mundo, ni saludar a todo el mundo. El cerebro tiene un mecanismo que filtra la sobreinformación ambiental. Intenta no joderlo queriendo ser el chico más popular del instituto.

_Inciso

Voy a hacer un pequeño alto en la historia de Raúl, porque me apetece escribir sobre otras cosas, qué hostias. Esto no significa que sepa sobre lo que escribir, que nadie piense que voy a exponer un tema ni nada por el estilo.

Ayer, fue un gran día. Más bien una gran noche. No es algo de lo que me enorgullezca especialmente, pero últimamente salgo hasta las mil, porque me lo paso de puta madre, y claro, si estas por ahí, pues por favor mi tabaco y mi copa. Y así nos va. Que salimos a la calle y no somos más que una desgracia humana. Buscando La Siguiente. Es un curioso experimento. No ponerte un puto límite a la hora de hacer ciertas cosas, consigue que todo el buen karma del mundo o como mierdas te guste llamar a la puta casualidad, se reúna en un mismo sitio para dar lugar a situaciones densas.

Esta semana, ha sido cuanto menos, interesante. He conocido a gente cuya existencia hasta ahora se reducía a un texto colgado en internet, y hemos hablado de gilipolleces, y muchas veces de lo mismo sin saberlo hasta que nos dábamos cuenta. Incluso aunque ya no nos acordemos. Jodido tarado, te echaré de menos y lo sabes. 

No se si me lo dijo alguien al oído mientras dormía o si es algo que he llegado a elaborar yo solo, pero la conclusión de la semana es muy básica y muy entendible: Si bebes, hablas más, nace una confianza ficticia desde el culo de la copa hasta tu cerebro. Vale. Si sigues, se va todo a tomar por culo. Y prácticamente es como si un mudo intentara por todos los medios avisar a la chica mona que detrás está el asesino en serie, a punto de atravesarle la carótida con un pica-hielos. Y francamente, no hay nada que me joda más que ser incapaz de hilar, no ya peticiones básicas como “priba”, “cigarro”, “fuego”, “ambulancia”, si no las frases más putamente enrevesadas que estoy formando en mi cerebro, pero que mi boca y aparato respiratorio superior de puto borracho es incapaz de reproducir siquiera parecido. Mierda y más mierda, porque ya que tengo la suerte o la desgracia de pensar 4 veces más rápido cuando bebo, para alguna que otra cosa interesante que se me ocurre soy incapaz de decirla, joder. Y esto es aplicable a todos los espectros y estratos de conversaciones existentes. 

Otra cosa curiosa que me ocurrió el sábado pasado, fué que por primera vez, una idea que estando sobrío me parecía la ostia, a cada trago que daba me parecía más y más mierda, algo imposible, incluso llegué a avergonzarme de ser tan ingenuo como para pensar que una mierda como aquella servía para algo. Joder, vaya fraude. 

Siguiendo el orden de acontecimientos destacables de la semana, diré que el sueño etílico de hoy ha estado basado única y exclusivamente en una persona. Que venga alguien y vea esto, porque no es posible. No tengo la más mínima posibilidad de recuperación, con determinadas cosas soy gilipollas. Pero este no era el caso. Me ha venido a la cabeza un nombre. He evitado a tiempo afortunadamente, que mi cerebro recreara la imagen de esa persona, porque os aseguro, que he estado a punto de vomitar tan sólo por el hecho de visualizar su puto nombre. De hecho ahora mismo, aunque ya esté prácticamente recuperado de ayer, me están dando unas pequeñas nauseas por estar escribiendo esta mierda. Joder, es incomprensible. 

Me hablaban hace un tiempo sobre gente que te va a tocar el timbre a las 2 de la mañana para discutir. Esto es peor, no necesito que venga nadie más, yo solo me mando al puto fondo. Para que quieres enemigos, si puedes pegarte un tiro a ti mismo mientras duermes.

Recuerdo alguna cara y algún que otro teléfono y algún que otro sospechoso mensaje de móvil. Cuando piensas que algo, dentro de las cosas posibles física y empáticamente, va a pasar, y pasa; ¿Porqué pasa?¿Porque iba a pasar, o porque inconscientemente has hecho por que pase? Espero al menos no acordarme de esto cuando estemos follando en el baño de alguna cafetería.

 

Hey, y ya sabes. No te tengo ningún rencor. Si no todo lo contrario. Espero poder decírtelo muy pronto.