Mucha gente dice que se quiere, pero sólo se puede querer a un tipo de persona, que no tiene porqué ser nada de lo que hayamos pensado antes, o puede que sí. Sólo se quieren las personas que duermen juntas.
Muchos disimulan, otros ni se tocan en años, unos pocos quizá directamente ni lo intentan. Pero el volver a fundirse en el abrazo al despertar en mitad de la noche y ver que ese nudo de brazos y dedos entrelazados de forma que parece imposible estar cómodo se ha soltado, eso es el verdadero amor.
Ese deseo, necesidad angustiosa y sosiego que producen sus brazos. Y los besos automáticos mientras se está dormido.
Y el perder las cosquillas en el estómago.
Eso .