Acabo de descubrir una fuente de magnetismo en mi móvil, al comprobar que los clips de la mesa se quedaban adheridos a él. No se como se supone que debo sentirme, o si es que no debo sentirme de ninguna forma ante semejante estupidez.
Puede que en este momento las distintas ondas que circulan por mi casa me estén cociendo el cerebro a fuego ento, y puede, es factible, que este hecho sea el que me induce a ese estado semi estupídico semi enajenado de escribir sobre este tipo de cosas. O simplemente la escasa cantidad de luz que recibo durante el día, cosa que, parece ser, según acabo de leer, que incide directamente en el estado de ánimo y en la líbido. De momento parece que no se ha cargado ninguna de las dos, aunque supongo que como todo, será cuestión de tiempo. Tiempo que probablemente llegue muy muy rápido, al no prestarle ningua atención. Es por eso que las cosas buenas se hacen de rogar, y las malas llegan cuando menos te lo esperas. Simplemente porque no pensaste en ello.
Y así, lo bueno seguirá durando poco mientras esté, por no pensar en ello y disfrutar cada momento, por haber convertido nuestros anhelos en simples ticks de confirmación en una hoja de fabricación industrial, y lo malo, lo malo estará para siempre con tal de haber estado una vez, porque lo usaremos como refugio a todos nuestros miedos, y como somos cobardes, nos refugiaremos a menudo y durante largos periodos.
Guiándonos por una naturaleza que creo que dista mucho de lo que en un principio fuimos. Obsesionados por acertar.
¿ Quien no ha intentado nunca abrir un candado de combinación cuya clave desconocía, probando todas las combinaciones posibles ? Pongámosle 10000 combinaciones. Yo lo he intentado. Y lo he conseguido. Hay cosas, que sólamente se pueden conseguir con una implacable reiteración de una simple acción, probar, comprobar, probar, comprobar, probar, comprobar, y así si no funciona, puede que la siguiente. Una cosa es clara: una de las combinaciones, abrira el candado. Indefectiblemente.
Viajes en coche cuando era pequeños, y esperar no era una opción, y cogía un candado, y mi hermana ponía una clave, y yo al buscaba. ¿ Una tontería ? … Ja ja ja…
A veces, el viaje se acaba antes de dar con a combinación adecuada. Afortunadamente, eso no lo podemos saber. Gracias, memoria, gracias, gracias, gracias, por ser únicamente de aspecto retroactivo. Gracias.
Creo que voy a tomar algo de cafeína, solo por necesidad, no es que quiera un refresco realmente. Simplemente por el placer de decantar vegetativamente la cafeína e ir acumulandola, lata tras lata, hasta que sea algo tangible, casi. Y fundirme dentro de unas horas con frecuencias graves y atmósferas duraderas, pero cambiantes.
Saltando de un lado a otro por mi cabeza, empiezo por un clip, y acabo por onas sinusoidales. Gracias.
El tercer párrafo me parece muy bueno (el resto también xD, pero lo que dices en el tercero es muy cierto).
Yo en viajes largos contaba coches del color que dijera mi hermana. Lo del candado es buena idea^^