Me gustaría ver los límites de todo. Saber donde conviene callarme. Intuir cuando voy a empezar a notar el sabor cobrizo de la sangre.
El momento exacto en el que te van a saltar las lágrimas. Un segundo antes de que dejemos de hablarnos para siempre. ¿ Sería posible ? ¿ Podria evitarse ?
Basamos nuestra vida en la premisa de que el instane siguiente todo seguira igual. Y así nos lo parece. Y así nos va, en consecuencia.
Me gustaría ver el sentido de las cosas. Y lo qe cambiaría si dejara de hacer esto o aquello. Me gustaría acabar, en definitiva, con el significado de “cronológico”. Y anticiparme a mis propios errores. Para cometerlos apropósito. Al darme cuenta de que son inevitables.