_Dando las luces

El cielo a lo lejos mostraba un degradado de color, desde el negro impecablemente contaminado de la noche hasta la anunciada claridad de una mañana helada. Me viene a la cabeza la portada de un cd de Hedtrip. Es exactamente el mismo color, y las farolas de la larga calle que tengo que recorrer le otorgan a todo un aspecto más de fotografía ficticia que de realidad inevitable.

Me cruzo con la gente conocida, hola, qué tal hoy, les digo sin pensar, mentalmente, realmente siendo ajeno a ello. Os veo a diario, y mi adormilada cabeza seguro que por un instante trata de lanzar a mi mente contra vosotros, en un intento desesperado por saber qué haceis en la vida, quienes sois. Demasiados sueñines aún para ese tipo de lanzamientos, siempre acaban en agua de borrajas.

Cuando las aceras eran estrechitas y oscuras, y caminar por la esquina realmente significaba algo, me sentía mucho mejor. Cuando está oscuro, la luz me da pereza. Como cuando salgo de casa y no enciendo la luz de la escalera. Y me quedo ahí, iluminado tenuemente por la lucecita del botón del ascensor, escuchando el murmullo de un edificio que empieza a cobrar vida. Por ello no me gusta la calle ahora. Anchas aceras, suciedad lumínica por doquier. Exposición a cualquier mirada. Hay un tramo en especial, que esta infestado de farolas. Una exageración. La noche no existe para esas baldosas, árboles, y bocas de incendio desgastadas por los años, que no perdonan.

Y cuando llego al final de la calle, ya no se ve el cielo Hedtrip, porque el edificio del final no lo permite, pero 20 segundos después, subo una calle empinada, y… Ya es muy de día, y veo la ciudad, y ya está prácticamente despierta. Las personas como hormiguitas copan los autobuses que rugen al arrancar.

El pasadizo… un lugar que, aunque ya lo haya hecho alguna vez, quiero volver a fotografiar. Me da pena pensar que lo vayan a quitar… no significa nada, pero me da pena. Continuamente maltratado con pintadas que no aportan nada, y miles de carteles inservibles. Me gustaria pintarlo completamente de negro, o completamente de blanco, incluso el suelo, o a rayas, o a cuadros, o como si fuera un cielo estrellado con pintura fluorescente, para cuando una de las veces en que no funcionan las enfermizas fluorescentes que alumbran lo que pueden, la magia se apoderara de esos segundos que se tarda en atravesarlo. Y cuando el punki de la guitarra se tira horas tocando allí… aunque el no lo sepa, apago mi mp3 cada vez que entro, para oírle fugazmente.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.