Las consecuencias no existen, y tú no puedes ver para siempre. Por más que abras los ojos.
La eterna duda sigue ahí, en la trastienda de mi mente, apelotonada con otro montón de porquerías que no vienen al caso, y la respuesta, nunca es fácil.
No es tanto por el tiempo que me queda, si no por el que no voy a poder tener nunca. Es la gracieta interminable del ser humano, y no, no hablo de envidia, hablo de ser incapaces de poseer El Tiempo. No me importa no vivir para Siempre, pero quiero vivir TO-DO.
Y bueno, como muchos de los que pasáis por aquí de vez en cuando ya sabréis, esto no puede ser. Ni será.