El credo de mi espalda se ha emborronado y convertido en una mancha de psicoanálisis.
Mi madre es una Geisha blanca a la que no le enseño mi credo ni lo haré pese a estar emborronado.
Va desnuda por casa y me escondo tras una puerta, la de mi cuarto.
Beso en la frente a amores del pasado mientras como chocolate, y les dejo una mancha color mierda en la frente.
A otras las despido mientras describo una situación post apocalíptica, en la que máquinas limpiadoras de 400 metros de altura palian los efectos de un tsunami en algún sitio.
Uno de mis amigos juega a baloncesto y me sigue porque sabe que soy un agente secreto.
Les habíamos advertido, así que ahí va, una bala en la cabeza para cada uno.
Y todo eso en ruso, y árabe. Y dormir a intervalos de 5 segundos dormido, 5 segundos despierto, así durante 12 horas.
Ajo en la boca.
…and then I realized i was a dog.