Mi cuarto se inunda. El agua sale a presión del techo. Estoy intentando evitarlo con un vaso de cubata, sin éxito, como es de esperar.
En la pared se proyectan luces sobre un código que no entiendo en absoluto.
Siempre pensé que el fuego era lo que marcaba el final de todo.
La clave son las gambas que buscan a Mickey Mouse.