13 de septiembre
Un poco de calma. Por fin. Pero sólo un poco. Lo suficiente para tener la cabeza un poco más templada. Ya sabéis que odio dormir en los aviones. De hecho odio los aviones un poco más cada día que pasa. Los he usado a ellos y a los aeropuertos mil veces, he creado mil imágenes, decenas de personajes que viven, mueren y follan en los aeropuertos. Pero los odio cada segundo que pasa. Su burocracia y protocolos humillantes y ridículos. Sus precios humillantes y ridículos. El resto de la humanidad que te abochorna a gritos mientras intentas huir del país.
Hoy tengo las primeras, digamos, actividades. Hoy empiezan a aflorar los requisitos que necesitan ser cumplidos, los problemas que deben ser resueltos y las personas que deben ser tratadas.
A partir de ahora, vuelta al modo manual.
Hola desde mi nueva vida.
Hola.
A mi cada día me horrorizan más los aviones también. Ya estoy nerviosa porque el próximo día 8 tengo que coger 2. Es lo que tienen las ciudades pequeñitas, escasean los vuelos y destinos, Paris tras 14 años. No me lo creo.
Creo que la última vez que estuve en París también fue hace 14 o 15 años. Pero me da en plena cara queen breve me pasaré por allí.
Pásalo bien 🙂