_Polvo y cenizas

No recuerdo con exactitud cuántos años tenía cuando murió mi abuelo. Entorno a los 12 o 13.

Lo que si recuerdo, es cómo mi madre llamó al colegio para que me dijeran que recogiera a mi hermana y que fuera a casa. Ahí ya entendí que algo no iba bien, mi madre Siempre venía a buscar a mi hermana.

Llegamos a casa, y no había nadie.

Al de un rato, oímos el ruido de la puerta y fuímos a la cocina, a ver qué ocurría. Antes que un saludo, antes que un beso, mi madre nos miró y nos dijo: “Se ha muerto el abuelo”.

Así de rápido se muere uno, y tan sutil es el eco que se hace el mundo de la muerte, que nadie nota nada.

Apenas nosotros entendíamos lo que significa eso como para notar algo.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.