La gente mirando. Somos actores. Somos actores, pero secundarios. Tengo alcohol con hielo en un vaso, en la mano. En la otra un cigarro. Para tí todo es perfecto. Aguanto la risa. Me siento raro, distinto. Doy una vuelta. No quiero ser actor, soy muy malo. Soy especialista de cine. No. Soy especialista de vida real. Intento comportarme como si fuera normal en un mar de egos. No se si lo consigo. Lo intento. No lo se, es todo imagen, apariencia. No se que tengo en la boca que no me deja hablar. Mierda, alguien me ha cosido los labios a balazos, creo que tendré que denunciar esto ante un tribunal imparcial.
-Perdona, ¿dónde?
-Un tribunal imparcial.
-En serio, es que después de tu emulación de voz-en-off-del-Max-Payne, me he quedado como con un reseco en la boca del estómago. Vayamos a por un trago.
Aquel tipo de estética clubber, sabía moverse perfectamente entre la gente. No es que lo tuviera estudiado, es que estaba curtido en 10000 noches de destrucción neuronal.
-En serio, deja de hacer esa mierda. No seas tu propio narrador.
-…
-Empieza a mover el culo, y déjate de gilipolleces.
-¿Qué va a ser?
-2 varadero 11 on the rocks, 2 pintas de cerveza americana, y 2 chupitos de mezcal, con sal y limón.
-Ahora mismo.
-Joder, parece que vas a por todas.
-¿A por todas? Me parece que no sabes bien lo que quiere decir esa expresión.
Mete la mano en su chaqueta, y en cuanto llega el ron, espolvorea éxtasis en el. Mi mirada le basta para darle a entender que me parece que yo también voy a querer.
-Vale, a ver. Te voy a explicar una cosa. Hay un error de base en todo esto.
Doy un sorbo a la bud.
-¿A qué te refieres?
-A todo esto, a toda esta gente, a la música alta, a toda esta mierda. ¿Cuanto tiempo has estado ante el espejo hoy, antes de salir? No eres más que un jodido personaje, otro más en esta farsa de mierda.
Interrumpe su ataque a la femoral, se chupa la mano y se echa encima un poco de sal maldón. Hago lo mismo, y me esparce a mí también un poco de sal.
-Yo no brindo por nada. Tu si quieres, di lo que te apetezca.
Nos bebimos el mezcal de golpe, tras chupar la sal. Con los ojos cerrados, exprimi el limón entre la lengua y el paladar. Él dió un golpe con el vaso del revés sobre la barra, y depués un sorbo a la cerveza.
-Como te decía -se enciende un cigarro- todo esto, es un error. Es decir, es un teatrillo, una pequeña farsa de la imagen, nada más. En serio, aquí no encontrarás nada de provecho. Es más posible que lo que buscas esté aquí al lado en la barra con varias copas vacias delante, o fuera vomitando, que aquí. Al menos, el 50% de esas personas, piensan por sí mismas. Otros ni habrán salido, o se habrán cogido el coche y un pack de cervezas, para pasar 3 horas enfrente del mar con alguien que apenas conocen, contandose verdades que nadie sabe.
-…
-Todo es pasajero. No puedes perder el tiempo en pensar si lo que haces está bien, está mal, es normal, es raro… No te digo que actues sin pensar, pero en serio tio, creeme. Estas perdiendo el tiempo. Deja de pensar en tí, y piensa en los demás. O al revés. Haz algo. Pero no sigas igual.
-Me parece que no entiendo nada.
Tira el cigarro, y se bebe casi de golpe el ron.
-Mira, yo solo soy un borracho. Y ya. Pero al menos, respondo por mí. Y no por 50 000 personas.
-Sigo igual.
-Haz lo que te salga de los huevos. Yo me voy arriba.
Deja un billete de 50 en la barra y se va. Creo que voy a irme a casa…
Tu forma definitiva es el diálogo. Creo que lo pensé hace tiempo, pero sólo ahora me he acordado. En realidad, todos esos textos tuyos en segunda persona son diálogos pidiendo ayuda para salir. No lo dejes.
Siempre me han fascinado las personas que saben exactamente dónde tienen que estar en cada momento, los animales de bares de copas, como si hubieran nacido y crecido en ellos. Saben dónde ir a buscar cualquier cosa que quieran encontrar. A mi también me hubieran entrado ganas de irme a casa.