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Todo es jodida apariencia. Todo.

Me siento absurdo pensando que la gente, elige cada maldito paso con el único fin de cumplir un papel. En serio, ya basta. La cosa tenía su gracia con 12 años, cuando copiabas a los chicos mayores del instituto, o a tu primo de 19. Pero ya la cosa no mola. Ni hace gracia.

El hecho de que todo tenga un cariz tan artificial, al final hace que las cosas naturales se vean como impulsivas, como locuras, como “pero qué coño haces”. Ahora ya nadie pide el teléfono a als chicas. Ahora se les pide el tuenti. Desde ahí controlaremos la situación y maquinaremos un plan. O mejor, encontraremos a otra que satisfaga mejor nuestros deseos, y mandaremos a la primera a tomar por culo. Esto es aplicable bidireccionalmente, nadie queda libre de culpa.

Es la jodida era de la sobreinformación. Se ha suplido la carencia de información objetiva, con TeraBytes de porquería inservible que solo sirven para joder al personal, y para crear situaciones artificiales, que no conducen a nada. Ahora, gracias a MSN puedes estar discutiendo a gritos con alguien, diciendo “te quiero” a otra persona, y contándole tu fin de semana a tu mejor amigx. Todo a la vez. No hay emociones.

Permaneces imapasible frente a una pantalla de ordenador. Todo es muy cómodo, y muy limpio. En pijama, desde tu casa, sin acalorarte demasiado, puedes tirar abajo imperios y construir tu futuro. Todo es frío, y lejano.

Todo da lugar a malentendidos. Un nido de problemas absurdos, de generaciones vacías. De imagen. De obviedad. La gente ya no cuenta nada, todo es ego. Yo, yo, YO. Todos demandamos un espacio en el que ser alguien. Podemos entrar en situaciones imposibles y arruinar nuestras vidas con solo un click.

Y después, cuando todo se vaya al traste, marketing emocional. Cómprame. Conseguir un abrazo o un beso de verdad es tan dificil, que me venderé por uno. Olvidaré toda la mierda que tanta gente ha visto innecesariamente, porque ahora, después de vender nuestra autodestucción, podemos vender lo mucho que nos queremos y nos gustamos. Es todo marketing. Es todo banal.

No se que hay de malo en tener mala cara al despertarse, ni tras beber. No se porque te incomoda que mi cuerpo huela mal tras un dia de mierda, o que lleve 3 dias sin afeitarme. No se que hay de malo en mi aspecto, en mi cabeza, en las cosas que me gustan. Estoy hasta los cojones de los cánones que, ya no define el mercado para cada uno de nosotros, si no que, tras comprobar que es mucho más fácil y barato esperar a que alguien tenga una idea y el resto la copien, hay que aguantar allí donde vayamos. No soporto las posturas generalizantes, ni prejuiciosas. Nos están convirtiendo en nuestra propia Policía del Pensamiento.