_Acerca de…

Todos los días deparan pequeñas perlas en forma de hecho inesperado, sorpresas. Anoche pasó.

Saber qué le pasa a uno en un momento dado es dificil cuando te encuentras ( espacio – temporalmente hablando ) en ese mismo momento, y además, tú eres ese uno. Demasiada adrenalina para cenar no es buena, no deja dormir. Y tampoco pensar con frialdad.

Hablo de “esos” momentos en los que todo sería muy fácil diciendo: “Perdóname, me estoy comportando como un idiota” pero que al darnos cuenta, nuestro lo-que-sea no nos deja, y nos insta a, si somos tan amables, seguir rasgando las almas sin piedad alguna. Llámese estupidez o llámese amor, o como se quiera. Muchas veces los sentimientos frustrados se manifiestan de una forma totalmente opuesta a lo que fueron cuando aún albergaban esperanza y razón de ser en su interior. ¿ Venganza ? Más bien un intento desesperado por atraer las miradas de la gente, de hacer ver algo que quizá no importe tanto visto desde fuera. Divagaciones sin trascendencia más allá de la pantalla de un ordenador.

Despierto sobre el teclado. Continúo como si nada las parpadeantes conversaciones de esa puta droga llamada messenger. ¿ Ha servido para algo ? ¿ Ha ocurrido algo ? ¿ O va a ocurrir como ocurría antes ? Hagamos como si nada, y ya está. Lo más fácil. Y se acabó.

Psicoanálisis de sueños entre ¿ reconciliaciones ? de gente que ya no se ve nunca.

Y quien sabe.

_Agotador

Me resulta agotador veros esforzándoos continuamente por ser felices.

Forzando siempre la situación, retorciendo las circunstancias para poder partiros de risa todos juntos, rememorando las gracias de ayer hast la saciedad. Me canso solo de veros, como sobreactuais para ser los más guays y los más alegres, siempre de colegueo, siempre sonriendo y felices.

Yo me pregunto: que validez tiene la vida de una persona que siempre es feliz. Como va a valorar esa supuesta felicidad, si no conoce otro sentimiento.

Mentirnos a nosotros mismos, engañarnos haciéndonos pensar que somos felices cuando en realidad no sabemos ni lo que somos.

Todos necesitamos estar tristes, solos, perdidos… para en un momento dado… zas! encontrarnos y sonreir.

Todo lo demás no es si no un lamentable teatro de lo superficial y banal.

_Qué

Día tras día lidiamos con una realidad. La nuestra. Podemos pensar que esta nos ha sido dada así, o que por diversos motivos metafísicos relativos a nuestras acciones, la hemos constrído nosotros.

Es indiferente.

La sensación de que hay algo con la determinación de joder todas las cosas que valen la pena, es homogénea, y en ningún caso es una opinión aislada. En el pasado ya vimos que si algo pasaba, era por un motivo en concreto, pero ¿ ahora ? ¿ seguro ?

Hacia donde mira ahora el ángel que nos puso juntos en la cama…

Impotencia ante el Que que se aproxima. No se puede hacer mucho. No nos podemos anticipar a algo que no ha pasado, porque entonces sería dar la razón al destino, y entonces porqué motivo iba a estar yo tirando mi tiempo escribiendo esto profesando mis inquietudes por escoger bien, cuando no habría ocasión de escoger. Si hubiera alguien que supiera qué va a pasar en cada momento siguiente y no dijera nunca nada, a su capacidad anticipativa irremediablemente estaría unida una crueldad inhumana, oscura y vengativa.

Pese a todo, tirar la toalla no es una de mis aficiones predilectas. Y menos cuando de algo “así” se trata. He hecho cosas en mi corta vida… esfuerzos… aplicados a situaciones que para mi no significaban NADA. Ahora veo el momento de demostrarme a mi mismo de que soy capaz, que soy capaz de sacrificar por la única oportunidad de hacer esto que se me da.

Las palabras se las lleva el viento aunque las escribas en internet. Los hechos no hay viento que se los lleve. Seré algo que el viento no se pueda llevar jamás.