Hay un árbol
Que pasa junto a un río
Que simplemente permanece
Porque es mejor que corra el árbol
Y no él
Porque para qué.
Hay una roca que arrulla al viento
porque para qué
Si huele a cerrado
y no hay árbol que de sombra
Y por último
hay un muchacho
Que viaja
con los pies bajo el río
con el agua sobre todo lo demás
Y lo hace sin moverse
porqué todo se mueve muy deprisa
Y viaja a donde quiere estar
Que es a unos 1500 kilómetros
si es que puedes nadar durante días
y a un poco más si es que no puedes nadar durante días
o lo que sea
Y le da igual lo raro o absurdo que sea todo
o lo lejos que esté Ella
porque él
sobre todo
Viaja hasta su Cuello
y hasta su Abrazo
.
.
Como quien respira
sin pensar que respira
Y derepente se da cuenta
De que gracias a Dios
que puede seguir vivo
para Verla
.
=_______
que me hago pis de lo bonito que es.
“Suave como el peligro atravesaste un día
con tu mano imposible la frágil medianoche
y tu mano valía mi vida, y muchas vidas
y tus labios casi mudos decían lo que era el pensamiento.
Pasé una noche a ti pegado como a un árbol de vida
porque eras suave como el peligro,
como el peligro de vivir de nuevo.”
Esto es de Panero.
Pero todo lo que sale de mí es sólo tuyo.
Qué gonito ^,^. Todo.
Paula
Me sube el azúcar.
Pero es porque estoy comiendo red berries.
permanecer inmóvil mientras buscas llegar a tu destino…
sabes..yo tengo un poder…puedo atraer cosas, con tan solo ir a por ellas
😛
Cuando sea el momento de moverse, se moverá quien sea.
A veces las cosas se atraen moldeando un contexto que parece cerrado a cal y canto, para que surja una salida.
Es sólo cuestión de tiempo, y las fechas están ya cerradas.
Pingback: _THREE « No son horas . . .