_Hielo

Uno está un tiempo sin escribir ni nada de eso, pero en realidad no se da cuenta de lo que hace. Luego ve algo que no está bien y entra al blog para corregirlo, y dice, joder. A ver si voy a estar de buen humor y todo, que hace 2 semanas que no encadeno más de 10 palabras seguidas.

A ver si vas a estar contento y ni te has dado cuenta. 

A ver si te vas a estar resistiendo a ser feliz porque eres gilipollas. Lo que me recuerda, que detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer que aguanta sus gilipolleces. Esto no se suele decir, porque queda algo feo decir algo tan bonito y después algo tan cierto. Es mejor mentir un poquito y asentir con la cabeza con aprobación nublada por Möet. O Don Simón, depende del día y eso. 

Ahora que digo cosas bonitas y cosas ciertas, pasas una bella tarde y ahí tienes tu certeza en la cara según sales, haciendo como que pasaba por ahí de vuelta de la panadería. Pero no.

Sobre todo me pasa y sobre todo me jode, que hasta que ciertas personas no lanzan una pequeña pista al aire, no soy capaz del todo de ver el cuadro completo. Luego ya sí, y de qué manera, pero antes no. Nada, ni una vaga idea. Lo cual es una putada, porque cuando alguien te dice tal cosa, es como una patada en los cojones con carrerilla. En el momento mismo no duele, pero en 30 segundos o así, eres mierda. Pues esto igual. 

En un absurdo test para ver si tienes algún trastorno mental, he dado positivo en casi todo. Hay que joderse, pero es que yo soy incapaz de mentirle a un test de esos, porque no va a ningún lado. Mentir a la gente sí que va a muchos sitios. Algunos de esos sitios te hunden para siempre. La mayoría no. La mayoría solo hace que te sientas estúpido y dependiente de todo y todos. Menuda gilipollez.

Y como digo, basta para mostrar algo brevemente para despertar la vocación oculta hacia lo mostrado. Ya sea un trastorno mental, o una copa de ron. 

Recuerdo hace unas semanas, cuando, la verdad, aunque todo era más o menos estable, también era patológico. No son grandes cosas, ni nada de eso, pero jode mirar alrededor y ver que, o bien lo que has construido está siendo derribado por otros, o bien lo que has decidido no construir te toca los cojones un poquito brotando con verdes tallos rojizos. 

Da igual, de verdad.

Ahora es tarde para todos los propósitos que tenía, o sea que habrá que hacer algo que se me da más o menos bien: improvisar. Cansa más, jode más, y a veces hasta te da bofetadas, pero hace que te corras con tanta fuerza que te duela la nuca, como una puta ballena en la ingravidez de un océano que a la vez la acoge y la atrapa. Vaya. 

Así que ahí estamos, perdiendo el tiempo a veces, ganándolo otras, y disfrutándolo o intentándolo al menos la mayoría. 

Pero, qué chorrada, ¿eh? A ver si vas a estar contento y ni lo sabes. Hay que ser cretino.

Gilipollas.